Skip to content Skip to footer

Tú también eres una guerrera

Echo la vista atrás y me sorprende la cantidad de guerras internas que libré y de bombas externas que afronté. 

Llegaron de todas partes: familia, pareja, amistades, trabajo.

No todas al mismo tiempo, afortunadamente, pero sí fueron impactando en mí conforme iban colisionando. Unas más que otras, pero ninguna me dejaba indiferente.

Os aseguro que podría escribir varios libros pero hay dos relaciones de pareja que, sin lugar a dudas, me convirtieron en guerrera, en una auténtica espartana, y que marcaron un antes y un después en mí. Estoy segura de que podría llevarlas al cine (de una de ellas incluso podría hacer una trilogía😅) y, cuando pusiera «basada en hechos reales», la gente no se lo creería.😂 

¡Qué maravilla poder reírme ahora de todo esto! Pero en su momento no me hacía ni p*ta gracia.😤

Dicen que el tiempo lo cura todo pero siento deciros que no es verdad. El tiempo va haciendo que la intensidad del dolor se atenúe pero eres tú quien decide sanarse a través del tiempo. 

La mayoría solo esperan a que el dolor baje y, mientras tanto, hacen todo lo posible por evitarlo. Yo también lo hice durante una etapa de mi vida hasta que ni siquiera eso me lo aliviaba.

Así que tuve que hacerle frente y empezar a sanar, de verdad. No fue agradable pero sí liberador. 

Con el paso de los meses, conseguí no solo superar la ruptura, el engaño, la traición, la rabia y la frustración, sino que empecé a ver la vida desde otro prisma y comenzó todo un camino que sigo recorriendo, luciendo orgullosa mis cicatrices de guerra, porque gracias a ellas (y a mí que decidí curarlas) soy quien soy y tengo una paz interior que hace años no sabía que existía. 

Y a ti, ¿qué historia te convirtió en guerrera?💪

Te abrazo con amor y valentía,
Teresa💛

Leave a comment

Close